CONSTRUCCION DE LA CONVIVENCIA DESDE NUESTROS “BUENOS MODALES”

CONSTRUCCION DE LA CONVIVENCIA DESDE NUESTROS “BUENOS MODALES”

Recientemente se ha publicado el nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia, que contempla diferentes situaciones relacionadas con convivencia, pero que al incumplirlas nos veremos en la tarea de revisar acciones y, en el peor de los casos, ser acreedores de sanciones monetarias, sin descartar que habrá otro tipo de sanción, que es sentirnos señalados y, por qué no, hasta criticados por nuestros malos comportamientos en la comunidad.

Para muchas personas mayores este Código vuelve a ser el reflejo de la necesidad de mantener las “buenas maneras, costumbres y comportamientos” que siempre se tenían en cuenta, especialmente cuando se trataba de demostrar cultura y respeto a sí mismo y hacia los demás, el vivir en comunidad y en sana convivencia. Es decir, un código de urbanidad y comportamiento.

Con el pasar del tiempo, muchas de esas “buenas costumbres” se fueron perdiendo y, poco o nada importa demostrar malos comportamientos, no valorar, no respetar y a pesar de que se haga ver la falta o la mala acción, se responde con “grosería” como si todo eso fuera normal.

Hasta cuando no se afecte la cuestión económica y debamos pasar por la “vergüenza” de que nos hagan ver nuestras faltas de cultura y respeto hacia los demás, nos veremos en la necesidad de volver a pensar que si queremos ser buenos ciudadanos, nos debemos dar a la tarea de formar y aprender Competencias ciudadanas y ponerlas en práctica en diferentes contextos.

La tarea pues, consiste en el querer cambiar ideas y acciones que afectan nuestro entorno: el colegio, nuestros hogares, barrios, sectores, parques, la ciudad en general. Es por ello que la institución educativa lidera actividades y tareas tendientes a no solo instruir en el nuevo Código, sino revisar y poner en práctica nuestra carta de navegación, el “Manual de Convivencia” y prestar atención al Decálogo de Convivencia (Art. 6), “centrado en la justicia, la solidaridad, el respeto y el reconocimiento por todos los otros, buscando calidad de vida desde la familia, la escuela y la comunidad” (CGLV, 2017).

Desde antes de la construcción de este Decálogo, la institución se ha venido esforzando por formar y defender los “Buenos modales” y los demás valores allí concretados y sin desconocer el Código Nacional de Policía y Convivencia, de manera preventiva, nos comprometemos a revisar en el Código cada una de las malas conductas y sanciones, para tener elementos de análisis con los estudiantes y empezar a generar cambios en la conciencia ciudadana y de convivencia en ellos, para que sean replicadores en los demás entornos de convivencia y de acción.